lunes, 22 de noviembre de 2010

Todo depende del ojo con el que se mire



La percepción de cada persona ante la misma imagen por muy obvia que ésta parezca puede variar. La atención condicionada por determinados gustos y experiencias, la formación previa, el entorno en el que uno ha vivido y sus recuerdos, los deseos inherentes a cada alma humana pueden causar que una realidad única se transforme en múltiples realidades según quien sea el que la perciba. Del mismo modo que una página literaria o una composición musical generan diversos sentimientos hasta el punto de que al comentarlas parece que se trate de obras distintas, las imágenes provocan una situación semejante.

El test de Rosrchach es un método ideado por el psicólogo del mismo nombre basado en una serie de 10 láminas que presentan manchas de tinta, las cuales se caracterizan por su ambigüedad y falta de estructuración. El psicólogo pide al sujeto que diga qué podrían ser las imágenes a fin de conocer su personalidad.

¿Qué veis en estas imágenes?


Seguro que cada uno ve algo distinto, porque la imagen es algo que tiene vida propia que cada ser humano recrea en su interior.

El cerebro humano también juega con la realidad, mirad sino esta bailarina:

¿Hacia que lado gira? Obligar a vuestra mente a que gire hacia el lado que deseáis, pero en realidad no lo hace hacia ningún de ellos. La mente es más poderosa que lo material y la realidad no es única.

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