viernes, 22 de mayo de 2009

Un gran hermano permitido


Un hombre ha sido condenado a cinco años de alejamiento de su familia por instalar una cámara en el baño de su casa, la intención era espiar a su hija anoréxica, pero también quedaron registradas sus otras hijas, su mujer y amigas. La sociedad condena a este hombre como el peor de los espías de la guerra fría, dato curioso, si lo analizamos pensando en que vivimos en una sociedad de la información donde las cámaras, los bancos de datos, las redes sociales o la red ECHELON trafican con nuestra intimidad de manera impune y lo peor aún permitida por nosotros.

Vivimos en una sociedad donde se trafica con la imagen a diario, donde el joven presidente de Facebook se ha convertido en uno de los tipos mas ricos del planeta con un servicio supuestamente gratuito, esto ha sido posible gracias al trafico de datos y publicidad, pero el padre que registraba a su hija vomitando, es un peligro publico y un tarado.

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