Toda obra que se reproduzca varias veces y que no haya sido la primera es una copia. De ello habla, como dijimos en su día, Walter Benjamin, un filósofo y crítico literario alemán. Él decía que una obra cuando se crea y es la primera de todas las que vendrán después, es la obra buena. Cada obra, ya sea un cuadro, una imagen, una escultura… nace en un momento y lugar determinado, con un creador. A partir de ella, se hacen múltiples copias, pero ninguna de ellas tiene la misma esencia, el mismo aura que la primera. Es lo que ha llamado el “aquí y ahora”. Toda imagen o escultura se ha creado en lugar y en un momento determinado. Sólo esa es la original; todas las demás que se han reproducido, y que muchas de ellas han llegado hasta nosotros, son copias. Por otro lado sería imposible hacer llegar a toda la sociedad determinadas obras que se han hecho, se han fotografiado o se han esculpido hace años. También hace falta reproducirlas ya que, aunque sean del momento, no puede llegar a todos sitios, como he dicho antes. Es necesario que todo el arte y toda la cultura pueda ser conocida por la sociedad. En muchos de los casos en los que se hace la llamada “reproducción masiva”, nos parece que una imagen, por ejemplo, es la misma que la original. Nos pueden preguntar cuál es la original y cuál no y nos costaría muchísimo poder distinguirlas. En el vídeo que os muestro ocurre algo parecido. En la famosa serie de Antena 3 Los Hombres de Paco, hay una escena en la que falsifican un cuadro y uno de ellos, Kike, pinta y copia el cuadro haciéndolo exactamente igual. Cuando Lucas y Mariano preguntan a los demás por cuál de los dos es el verdadero (el primero y el original), no saben qué contestar. ¿Hasta qué punto podemos confundir lo que es original (la primera obra que se hizo) y lo que es falso (las copias que se han hecho de la verdadera obra)?
**En este vídeo podréis encontrar el momento que os digo. Concretamente en el minuto 5:53.
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