lunes, 22 de noviembre de 2010

Alex Grey y la pintura psicodélica



La pintura psicodélica tiene posiblemente en Alex Grey a su máximo exponente, cumpliendo aquel prinicpio sagrado del arte de ofrecer visiones y conectar al ser humano con el mundo invisible.El arte de este explorador metafísico y pintor neoyorkino borra el borde entro lo estético y lo espiritual (la belleza es reflejo del alma, decía Platón y un signo de inteligencia, según Andy Warhol) haciendo una geografía de la energía por la que oscila de igual manera entre lo místico y lo médico, la psiconaútica y la sanación. Es también, como ejemplifica su "Chapel of Secred Mirrors", un arte-objeto espejo, un aparato de biofeedback trandimensional, en el que el sujeto que percibe puede operar sobre su propio biocampo a través de la experiencia artística.









Es notable que Alex Grey es especialmente popular con las personas que han tenido experiencias psicodélicas o visiones del cuerpo energético, porque estas personas reconocen en las pinturas lo que han visto y forman una relación de complicidad (y fidelidad resonante) con el arte de Grey. El susurro risueño psicodélico de: "Tu también viste eso". Inconfundible para el psiconauta son las redes, los filamentos luminosos, la filigrana, las auras, las espirales, los axis mundi (o ADN), los túneles y vórtices (chakras y sefirotes) siempre interconectándose, fractalizándose en una kaleidoscópica pantalla holográfica. "Mi trabajo es traer de regresó el sentido de asombro y deleite de la forma más directa posible. De esa forma, el observador contemplativo puede resonar con él y reforzar una experiencia previa que tiene mucho significado". Se trata justamente de abrir las puertas de la percepción (siguiendo la frase de William Blake: "If the doors of perception were cleansed, every thing would apper to man as it is: infinite".






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