martes, 23 de noviembre de 2010

Flamenco, Flamenco


En el arranque de la nueva película de Carlos Saura, Flamenco, flamenco, se ve una panorámica del techo de estructuras metálicas del Pabellón del Descubrimiento, en la que fue la sede de la Expo sevillana.

En el plató de rodaje que ha durado 14 años y a costado 3 millones de euros, se hayan las pinturas de Romero de Torres, Penagos, Doré o García Carreras, que simbolizan Andalucía o su música. Estos cuadros acompañarán durante la proyección, a modo de escenario, la representación de los distintos palos flamencos a cargo de más de un centenar de artistas.

La iluminación y la fotografía recuerdan los mejores momentos de algunas de las películas de Bertolucci.

A lo largo de hora y media, cantaores, bailaores y músicos van desgranando los distintos palos del género flamenco (bulerías, tangos, nanas, seguiriyas, guajira).

Saura (Huesca, 1932) ha optado por arrancar el filme con el mismo tema con el que puso punto final hace 14 años a la primera parte de Flamenco y rodearse del mismo equipo: Vittorio Storaro a cargo de la fotografía e Isidro Muñoz en la parte musical.

Si en Flamenco, Farruco daba la alternativa a su nieto Farruquito, apenas un adolescente, ahora el niño de la casa responde al nombre de El Carpeta, el hermano pequeño de una dinastía que no para de sorprender. La película de Saura se presentó la semana pasada en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, donde el realizador recibió el premio Ciudad de Sevilla.

Acaba de presentar el filme en Shanghái, donde el público aplaudió a rabiar, ya que Saura establece que: "Desengañémonos, el flamenco interesa más fuera que dentro de España”

La saeta de María Bala y las dos coreografías de Javier Latorre sobre una marcha procesional y una música, en playback de J. A. Romero, recogen también algunas de las críticas al filme. El homenaje a Camarón, con la interpretación de La leyenda del tiempo a cargo de Niña Pastori y la guitarra de Tomatito, tampoco parece del agrado de Ricardo Pachón, productor del álbum del mismo nombre.

El broche final lo pone una bulería de Jerez interpretada por Moraíto Chico que entre palmas y oles deja la guitarra a cargo de uno de los palmeros y salta al centro del escenario para dar su patadita

No hay comentarios: