jueves, 18 de noviembre de 2010

Arte al extremo:



Lo primero decirles a todos que no hay mucha información sobre el tema. No sabemos aún si estos animales son auténticos, estaban muertos o si han sido asesinados para crear esta “obra”. Ya que ninguno de sus dos autores Ondrej Brody y Kristofer Paetau ofrecen información en sus respectivas webs. Como si son reales o no, estas alfombras animales han provocado una reacción negativa en la gente a las que se las he mostrado. Incluso algunos han tenido que volver la mirada.
Pero más allá de juzgar a los autores, o de entrar a valorar su “obra” desde el punto de vista ético quiero hacerles una pregunta: ¿Por qué nos escandalizamos al ver un perro disecado y no al ver una cebra, un tigre o cualquier animal salvaje? ¿Tienen menos derechos?
Cuándo aprenderemos a valorar aquello que no conocemos. Qué diferencia hay entre estos perros y gatos con los ciervos o toros que cuelgan de las paredes de los cazadores y toreros. Por no hablar de los furtivos con sus grandes piezas, cebras, leones, tigres...
Por qué no nos escandalizamos cuando pasea delante nuestra una mujer con un abrigo de chinchilla o el señor con sus zapatos de serpiente o cocodrilo.
Creo que son preguntas que deberíamos plantearnos individualmente. No se hasta que punto podemos llegar. Pero mi conclusión es que tenemos que ir más allá y no solo pensar en lo que conocemos y nos afecta directamente. Si queremos ser respetados primero tendremos que respetar.

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