jueves, 11 de noviembre de 2010

Noviembre

El pasado septiembre el director español Achero Mañas, estrenaba su tercera película “Todo lo que tú quieras”, algo que podría ser perfectamente normal si no fuera por el hecho de que Mañas, había abandonado los rodajes durante ocho años, y el estreno de la cinta suponía su despertar profesional.


Sus comienzos fueron como actor, (“Así en el cielo como en la tierra”, “Belmonte”…) pero no sería hasta el año 2000 cuando su nombre comenzaría a sonar a bombo y platillo. “El bola”, su primera película como director, causaría estupor social y conseguiría nada más y nada menos que cuatro premios Goya. Nada mal para un director novel. A Achero Mañas podríamos considerarlo un director valiente, implicado con las causas sociales, y poseedor de una tremenda sensibilidad a la hora de crear. “Todo lo que tú quieras”, protagonizada por Juan Diego Botto, goza de una temática complicada que ha dividido a la crítica.

Pero no es de ninguna de estas dos películas de las que quería hablar en este post. Quizá el hilar el tema del estreno de su última película, con la llegada de uno de los meses más tristes del año, me ha hecho recordar la película “Noviembre”, segunda obra de Mañas.

Creo que todo aquel que se sienta en cierto modo vinculado al mundo del arte, debería tomar “Noviembre” como referente fílmico.
Estrenada en 2003, nos presenta la acción en un formato distinto al que estamos acostumbrados en el cine español. Por una parte, nos presenta unos personajes hablándole a la cámara en lo que podemos suponer que es un “falso documental”, (formato del que hablé en uno de mis post anteriores y que retomaré nuevamente) y por otro, seguimos una trama dramática común, en la que la acción de los personajes se desarrolla con normalidad a modo de flashback.


La película nos cuenta las hazañas de un grupo de teatro, el grupo “Noviembre”, y principalmente se centra en la visión particular del arte de su protagonista, Alfredo (Oscar Jaenada).Representa la necesidad de un arte que provoque reacciones, que haga reflexionar al público, un arte que se incrusta en la propia realidad, y que a través de su drama la presiona para el cambio. Nos pone en frente a personajes de la vida cotidiana, mezclados en nuestra propia sociedad para darnos cuenta de que la propia vida es un teatro.
Además hace referencia al altruismo, al arte por el arte, y denuncia la comercialización del mismo, la importancia del dinero en nuestra sociedad que subyace en una pérdida de interés por las cosas.
Refleja los valores del grupo, del trabajo en equipo y de la importancia del consenso entre seres humanos y los conflictos que la ausencia de él puede originar.

Creo que es una película que nos enseña los valores más primitivos del arte, y la recomiendo a todo aquel que en cierta medida sienta aspiración artística en el campo que sea.

Esta vez, en vez de dejar un tráiler, dejo uno de los discursos más inspiradores de la cinta.

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